Fredrika Bremer

                    fredrika-bremer1.jpg 17/08/1801 – 31/12/1865  

Activista y feminista sueca. Pionera en la defensa de los derechos de la mujer, su novela Hertha (1856) es su libro más importante, una novela sobre la falta de libertad de la mujer, que contribuyó con la nueva ley de 1858, sobre los derechos civiles para las mujeres solteras al alcanzar los 25 años.

Se enfrentó a una realidad que se vio forzada a expresar, pero que la perturbaba y constituía una amenaza para su deseo de establecer una visión armoniosa de la vida: la sensación incomprensible de que el opresor y el déspota es capaz de incitar la pasión y el ardor en su víctima.

Fredrika Bremer nació en Turku, una región de Finlandia antes gobernada por Suecia, en una familia rica que se mudó a Estocolmo cuando Fredrika tenía tres años. Su padre, banquero tenía un castillo en la campiña sueca, donde Fredrika pasaba los veranos. De acuerdo con una estricta educación luterana, su madre consideraba que la idea de feminidad la representaba la figura de una bailarina, por lo que severamente limitó la alimentación de Fredrika y sus cuatro hermanas. Probablemente, Fredrika sufría de lo que hoy se considera desnutrición clínica. Las hermanas Bremen, de las que sólo una se casó, permanecieron dentro de casa la mayor parte de su juventud, sin poder ni siquiera dar un paseo corto. Por otro lado, Fredrika recibió una excelente educación: literatura, filosofía, religión y pensamiento ético. En su adolescencia viajó por toda Europa, como era acostumbrado entre las familias privilegiadas, completando así su educación.

Publicó sus primeras novelas anónimamente. A partir de 1840, comenzó a adquirir fama internacional como escritora. Los lectores europeos devoraban las traducciones de sus novelas, y era muy conocida inclusive en los Estados Unidos. Sin embargo, como mujer, no tenía ningún tipo de control financiero ni legal. En los comienzos, aún vivía en casa de su madre (su padre había fallecido en 1830). Un día pidió a su madre usar una habitación donde pudiera escribir y estudiar, aunque fuera en el ático, pero su madre se negó. Más tarde, por las leyes de la época, no pudo tomar decisiones sobre el dinero heredado de su familia. Los únicos fondos que tuvo bajo su control fue el dinero que ganaba con su trabajo literario. Ganó dos veces la medalla de oro de la Academia Sueca en 1831 y 1843.

En la década de 1830 Fredrika Bremer estudió filosofía y teología bajo la tutela de un joven ministro, Boeklin. Se convirtió en una especie de mística y socialista cristiana. Bremen se alejó de Boeklin debido a su propuesta de matrimonio y sólo se comunicó con él por correspondencia. Tenía claro que eran incompatibles, en esa época, una carrera literaria con un plan de familia.

Durante 1849 y 1851, Fredrika viajó a los Estados Unidos y Cuba para estudiar sobre la cultura y la posición de la mujer. Se interesó por el tema de la esclavitud y expresó abiertamente su postura contra la misma. Visitó las cárceles para saber cómo estaban administradas y habló con los prisioneros. Quería saber cuáles eran las oportunidades educacionales y laborales para la mujer.

En ese viaje, Fredrika conoció a escritores estadounidense tales como Catharine Sedgwick, Ralph Waldo Emerson, Henry Wadsworth Longfellow, Washington Irving, James Russell Lowell, y Nathaniel Hawthorne. Conoció indios americanos, dueños de esclavos, esclavos, cuáqueros, shakers, prostitutas. Fue la primera mujer que asistió a una sesión del Congreso de los Estados Unidos desde la galería pública del Capitolio. Luego de regresar a Suecia, publicó sus impresiones en forma de cartas y se lanzó a participar en la vida política sueca, que hasta el momento había evitado. En 1854, durante la Guerra de Crimea, escribió una columna para un periódico, exhortando a las organizaciones de mujeres en todo el mundo a unirse en un bloque contra la guerra. Su propuesta fue criticada por los escritores conservadores, inclusive por los editores de el Times de Londres, que publicaron su artículo en Inglaterra.

En la década de 1850, Bremer participó en un movimiento de paz internacional. Viajó por Europa y Oriente Medio durante cinco años, y una vez más escribió sus impresiones que se publicaron en forma de diario en seis volúmenes. Luego de un servicio religioso el día de Navidad, Fredrika pescó una neumonía y murió en una semana. La gente de la región llevó su féretro por las calles cubiertas de nieve. Murió sólo unas pocas semanas después de la victoria de la reforma que reemplazó los cuatro estados con una democracia más moderna y representativa en Suecia. Recibió la noticia de sus amigos, quienes brindaron por Fredrika Bremen, una vez que se hizo el anuncio oficial de la reforma.

«Mi juventud entera fue muy rara. Tenía la sensación constante de la posibilidad de volverme loca de repente y al instante». F.B.

Un comentario en “Fredrika Bremer

  1. FASCINANTE LA VIDA DE ESTA ESCRITORA, SUPE DE ELLA POR UN PROGRAMA DE RADIO. SOY CUBANA Y ME HA IMPRESIONADO LA CAPTACION QUE HIZO DE LA IDIOSINCRACIA DE ESA EPOCA CUBANA. AGRADECERIA MUCHO
    QUE PUBLICARAN ALGUNAS DE SUS CARTAS ECRITAS A SU HERMANA AGATHE DESDE CUBA A SUECIA, DONDE NARRA TODAS LAS IMPRESIONES QUE CAPTO DE SU VIAJE A CUBA EN 1851.
    LES FELICITO POR SU EFICIENCIA EN LOS DATOS.
    SALUDOS, ONEIDA LOPEZ

Deja un comentario